Revolución en las aulas

Desde las campanillas que suenan al acabar las clases hasta los continuos exámenes y la diversificación de materias. El imperio prusiano extendió de manera paulatina su manera de educar a sus ciudadanos en un mundo en guerra. La pregunta es si esas conductas valen de algo tres siglos después, en un mundo en el que la recompensa y el castigo desmotivan al alumnado. Bárbara Serrano es cofundadora de la escuela “El Dragón”, a raíz del nacimiento de su primera hija. Asegura que el sistema “no funcionaba, está obsoleto desde hace mucho”, y eso hizo que impulsara una nueva manera de educar a su pequeña, a la que se han ido sumando otras familias. Comenzó con un nido desde los primeros meses hasta los tres años y, cuando los niños crecieron, estableció una escuela democrática junto con Juan Morán, la primera homologada en España, donde los niños tienen su propio horario y deciden qué quieren aprender. Según Jose Carlos Aranda, profesor y doctor en filología, “hay que familiarizar la escuela y escolarizar la familia”. Asegura el profesor que los padres deben hacer ver que les importa qué estudia el niño en el colegio, de forma que acabe apreciando la escuela guiado por sus padres. Alberto Royo es profesor y autor del libro “contra la nueva educación”, y explica en el plató de ‘Zoom’ la confusión que para él existe entre lo nuevo y lo bueno. ¿Debe primarse la felicidad y la creatividad sobre la educación? Para Royo, se están descontextualizando algunas situaciones. “Aprender no es siempre divertido, pero contribuye a la felicidad”, asegura. Laura Mascaró, abogada de profesión, se inició en el “home schooling” una vez sacó a su hijo de la guardería, “por propia seguridad”, afirma en el plató de ‘Cuarto Milenio: Zoom’. Gracias a eso, y a través de los años, su niño se educa en casa, once años más tarde. Esta decisión de no escolarizar a los niños está en el límite de la ley. El docto