Twayne is forced to endure a series of difficult consequences when he decides to make a horrendous agreement regarding a local politician's soul.
Mark y Twayne se encargan de la campaña publicitaria del aspirante a alcalde, el concejal Fitzpatrick y dejan a Callie de lado. Mientras tanto, Randall vive un romance con Dolores, la esposa del Gran Cerebro.