Un escándalo relacionado con unas tarjetas opacas pone en jaque a algunas de las principales personalidades del país, incluido el ministro Ocaña. Éste se ve involucrado en el escándalo cuando una ratera malagueña de medio pelo robó la cartera equivocada. La misión del Cuerpo de Élite parece sencilla: asegurarse de que la ladrona llegue viva al juicio para confirmar el escándalo, hay demasiada gente importante que no descansará hasta verla muerta. Custodiar a la carterista pone en peligro a los agentes, y se puede poner al descubierto la verdadera identidad de Salva. Elena también tiene problemas para mantener su doble vida al tener que ocultar a su marido una herida de bala en plena celebración de aniversario.