Julio Olmedo, un joven de origen humilde, viaja a Cantaloapara visitar a su hermana Cristina, una de las doncellas delGran Hotel. Pero al llegar, Julio se topa con una ingratasorpresa: hace más de un mes que nadie sabe nada de suhermana después de que haya sido expulsada del hotelpor un supuesto robo. Convencido de que hay algo oscuroen la desaparición de Cristina, Julio decide quedarse en el Gran Hotel. Con la ayuda de Andrés, uno de los camareros, y ocultandoque es hermano de Cristina, Julio logra entrar a trabajarcomo camarero del Gran Hotel con la intención deinvestigar lo sucedido con su hermana. Pero en eltranscurso de su investigación, conocerá a Alicia, unamujer elegante y distinguida con la que Julio ya se cruzóantes de tomar el tren a Cantaloa y que no es ni más nimenos que la hija de Doña Teresa Alarcón, la propietariadel Gran Hotel.
Julio se topa con la prueba definitiva que confirma que su hermana no se ha ido del Gran Hotel; alguien ha intentado quemar las ropas ensangrentadas de Cristina en una de las cocinas del hotel. Una prueba que parece confirmar las sospechas de Julio; Cristina ha muerto… pero… ¿quién ha sido el culpable? Y… ¿tiene este algo que ver con la joven que acaba de ser asesinada en el pueblo? Mientras, la familia Alarcón, atiende a la evolución de Sofía que, tras haber caído por la escalera, teme por el futuro de su hijo.
Julio está más cerca que nunca de averiguar quién asesinó a su hermana y el principal sospechoso no es otro que Diego, el prometido de Alicia. Sin una prueba que lo demuestre, Julio solo tendrá una vía posible para su investigación; dar con el autor de los anónimos a Diego, la única persona que puede arrojar luz sobre la muerte de Cristina. Sin embargo, en paralelo, el detective Ayala está siguiendo otra pista: la del arma con la que se cometió el asesinato de Jimena. El célebre cuchillo de oro que aparece en la habitación de Javier, que fue, además, la última persona con la que se vio a la prostituta asesinada. Todos los indicios apuntan al joven Alarcón.
La investigación de Julio acerca de la muerte de su hermana Cristina da un vuelco tras un grave incidente. Ayudado por Alicia, el joven tendrá que revisar sus pertenencias en busca de una prueba que le guíe hasta el asesino. Mientras, Ayala está convencido de que Pascual es el asesino, por lo que permite que Javier salga de la cárcel y regrese al hotel. El joven Alarcón ha conseguido librarse una vez más de sus problemas, pero la tranquilidad no dura mucho. A Sofía y Alfredo también se le tuercen las cosas. El marqués quiere organizar una cacería en el hotel para reunir a los grandes aristócratas. Pero Diego no está dispuesto a que Alfredo se lleve ningún tipo de mérito.
El detective Ayala ha descubierto la verdadera identidad de Julio y aparece en el hotel buscando al joven. Mientras, en el Gran Hotel, la relación de Alicia y Diego parece que comienza a consolidarse después de que Diego salvase a la joven de morir a manos de Pascual. Pero la llegada de un viejo conocido de la familia despertará las inseguridades de Diego que está dispuesto a luchar por Alicia hasta el final. No es el único problema al que se enfrenta el director del hotel; Sofía y Alfredo reúnen el valor para empezar a luchar contra Diego y hacer que Alfredo ocupe el lugar que le corresponde dentro del Gran Hotel. Por su parte Eugenia, la prometida de Javier, descubre al joven Alarcón en la cama con otra mujer. La ira de Eugenia se desata al descubrir que se trata de Mercedes, su propia hermana.
Julio tratará de huir de Ayala, que le busca por ser sospechoso de asesinato. Tras el descubrimiento de que Julio está siendo buscado por asesinato, Alicia le avisa de que Ayala irá a por él… Julio deberá evitar que la policía lo detenga mientras continúa investigando la muerte de su hermana. La aparición de uno de los objetos que vio entre las cosas de la chica en el Gran Hotel reavivará la investigación. El General, tras perder a una hija y tener a otra gravemente herida por culpa de Javier, le reta a un duelo del que el joven Alarcón intentará escapar por todos los medios. Sofía, por su parte, ha descubierto que el hijo que espera Belén posiblemente sea de Diego. Sofía debe detener los impulsos de su marido por revelar a Teresa esta información al tiempo que comienza a buscar el modo de conseguir otro bebé. Ángela aprovecha la llegada de una nueva doncella al hotel para intentar romper la relación entre Belén y Andrés definitivamente.
Julio acaba de llevarse la gran sorpresa de descubrir que su hermana sigue viva. Tras la emoción del reencuentro, son muchas las preguntas a las que Cristina deberá responder. ¿Por qué sigue viva? ¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Por qué se ha ocultado todas estas semanas? ¿Qué relación tiene su supuesta muerte con los demás crímenes que han golpeado Cantaloa? La presencia de Cristina irá resolviendo todas esas cuestiones pero también desatará nuevos interrogantes y peligros que, lejos de resolverlo todo, causará graves problemas tanto a su hermano como a Alicia. Mientras, en el hotel, la detención de Diego, acusado de la muerte de Cristina, deja un vacío de poder que enseguida desata una pugna entre Alfredo, que se considera el más apto para ese puesto, y Javier, que tras los hechos pasados ha decidido sentar la cabeza y ocupar el puesto que se merece en ese hotel. En el mundo del servicio las cosas están igual de movidas con el enfrentamiento que continúan manteniendo Belén y Catalina por el corazón de Andrés. Lucha en la que Ángela no permanecerá al margen.
Tras la muerte de Cristina, doña Teresa se empeña en hacer parecer que esa muerte ha sido un accidente para acabar con los problemas causados por Cristina Olmedo de una vez por todas. Pero, tanto el detective Ayala, como Julio comenzarán a sospechar de esas manipulaciones e intentarán descubrir qué es lo que ocurrió realmente. El hotel no solo se ve conmocionado por la muerte de Cristina Olmedo, sino por el regreso de Diego Murquía. El antiguo director hará todo lo posible para recuperar su antiguo puesto y el compromiso que tenía con Alicia... algo que a ella le afecta muy profundamente. Ya se ha besado con Julio y se siente cada vez más cerca de él. Mientras, en el mundo del servicio, Belén sigue enfrentada a Catalina, a quién ve como una amenaza para todos sus intereses, y no parará hasta conseguir deshacerse de ella como sea.
Alicia está a punto de fugarse con Julio, pero una nueva revelación en torno a la muerte de Cristina hace que él quiera regresar al Gran Hotel a intentar averiguar quién mató a su hermana. Eso duele a Alicia, que se siente rechazada, y la acerca hacia Diego, quien, con astucia, maniobra para seducirla y hacer que ella acuda voluntariamente al altar, pues la fecha de la boda está cada vez más cerca. El tiempo se agota y Julio se verá forzado a elegir entre el amor que siente por Alicia o descubrir quién fue el asesino de su hermana. En la familia Alarcón las cosas tampoco son fáciles. A Sofía cada vez le resulta más difícil fingir su embarazo ante su marido, y Javier se ve en las manos de Diego, que ha descubierto sus negocios con el alcohol de contrabando. Por su parte, Belén, una vez libre de Catalina y mucho mejor situada en el Gran Hotel, rechaza a Andrés... hasta que ocurre algo totalmente inesperado que da un vuelco a la situación y hace que todo cambie, no solo para ella, sino para todos los que viven en el Gran Hotel.
Tras el grave accidente de Andrés al final de la temporada anterior, Ángela y Julio se ven obligados durante meses a cuidar de él día y noche. Alicia regresa de su viaje de bodas y se lleva la agridulce sorpresa de encontrar allí a Julio, a quien no esperaba volver a ver jamás. Él le confía sus sospechas de que lo de Andrés no fue un accidente, sino un intento de asesinato. Tras esos meses, el embarazo de Belén está ya cerca de su término. Doña Teresa ha empezado a organizar los preparativos del falso parto de Sofía. Belén rompe aguas antes de lo previsto, pero el bebé no es su mayor preocupación, todo su empeño es poner a buen recaudo la carta en la que se reconoce a Andrés como un Alarcón, solo que Diego y Doña Teresa no están dispuestos a consentirlo.Sin embrago, la carta no es el único problema de doña Teresa. La Marquesa de Vergara llega al hotel en el peor momento, cuando la farsa del parto de Sofía está ya en marcha. Lejos de estas preocupaciones, Javier sigue con su vida despreocupada. Como si no tuviera bastante con sus vicios de siempre, se mete en lo que parece un negocio rentable: el tráfico de opio. No cuenta con algunas complicaciones impredecibles de su nueva ocupación. Dentro del servicio también hay novedades. Ángela busca desesperadamente un maître después de la marcha de Benjamín. Tras desechar a varios candidatos, conoce a Ernesto, un hombre con gran experiencia pero que nada tiene que ver con la forma de trabajar ni de entender la vida de Ángela.
El hotel recibe entusiasmado al bebé de Sofía y Alfredo ante la incrédula mirada de la Marquesa. Menos contenta está Belén con su segundo hijo, que no entraba en los planes de la doncella. Con ayuda de Andrés, que está feliz con el niño, Belén esconde a su hijo en el hotel. Mientras tanto, Julio y Alicia tratan de averiguar quién intentó matar a Andrés. Todo apunta a Javier como principal sospechoso pero el descubrimiento de una nueva información pone en tela de juicio lo descubierto hasta el momento. Sin embargo, Javier también está vinculado a otro oscuro acontecimiento. Tras la muerte del cónsul, Ayala y Hernando lo convierten en principal objetivo… igual que “Oso”, el traficante de opio que se siente traicionado por el pequeño de los Alarcón que todavía no ha pagado la última partida de mercancía que le suministró. Nadie estafa a “Oso” sin atenerse a las consecuencias….
La fecha de la muerte de don Carlos ha podido ser falseada; Julio y Alicia están dispuestos a descubrir la verdad y solo el testimonio del médico que firmó la defunción del Alarcón podría arrojar algo de luz sobre este misterio que sobrevuela el Gran Hotel. Mientras tanto, Alfredo y Sofía viven su particular crisis. El bebé no ha traído la felicidad que esperaban para el matrimonio. En realidad, Alfredo culpa a Sofía tras la muerte del marqués de no haberse podido despedir de su padre. Por otro lado, Belén no ha tenido valor para abandonar a su hijo y regresa con él, pero está empeñada en que Andrés busque un trabajo fuera del hotel, algo que Ángela no está dispuesta a permitir. A Javier también le toca lidiar con sus propios problemas. Asumir la responsabilidad de la intoxicación en el Gran Hotel y pagar su deuda con el Oso, una deuda que podría costarle la vida.
Julio y Alicia están cada vez más cerca de saber qué pasó con la muerte de don Carlos, aunque para confirmar qué sucedió realmente, Ayala propone a Alicia desenterrar el cadáver del patriarca de los Alarcón, algo que doña Teresa tratará de impedir por todos los medios antes de que se descubra la verdad. Por su parte, Alfredo aún trata de asimilar su nueva y desastrosa situación; es un Marqués arruinado, algo que Sofía cree que es mejor mantener en secreto ya que ostentando el título, es posible que doña Teresa nombre a Alfredo director. En cuanto a Javier, la llegada al Gran Hotel de una hermosa cliente, Adriana (SILVIA MARSÓ), perturba enormemente al pequeño de los Alarcón que una vez más se enamora de la mujer menos apropiada.
Javier y Adriana siguen adelante con su idilio, ajenos al duro revés que se avecina: Eusebio, el marido de Adriana, descubre la infidelidad y jura venganza. El joven Alarcón pagará las consecuencias de sus actos. Ayala ha detenido a Julio acusado por asesinato. Un asesinato que asegura no haber cometido. El camarero se defiende de los cargos acusando a Cecilia, una joven con la que mantuvo una relación hace tiempo, que le usó para cargar con la culpa. Dar con ella se convierte en una prioridad para el joven… la única oportunidad que le queda para demostrar su inocencia ante Ayala y librarse del garrote. Mientras, el detective sigue adelante con sus pesquisas sobre el caso de Don Carlos Alarcón y decide analizar el cuerpo recién exhumado del difunto. No sabe que los resultados de ese análisis cambiarán para siempre el curso de la investigación… Por su parte, Alfredo ha vendido todo el patrimonio familiar. Sin nada a lo que aferrarse, al marqués solo le queda ponerse del lado de los Alarcón: la dirección del hotel debe ser suya. Pero Teresa le impone una condición: la dirección, a cambio de pagar las deudas que arrastra el negocio familiar. Pero… ¿cómo hacerlo cuando lo ha perdido todo?
Alfredo parece haber conseguido su propósito, ser director del Gran Hotel. Pero su alegría dura poco. En el momento en que da su primer discurso como director, la prensa publica la desdicha de su familia. Doña Teresa no va a ponerle el camino fácil… La familia Alarcón celebra el aniversario de la muerte de don Carlos. A la celebración llegan amigos y familiares, entre ellosGonzalo, sobrino de doña Teresa. Ante la incredulidad de Alicia, Gonzalo se convierte en el principal sospechoso de la muerte de don Carlos. Javier vuelve a protagonizar otro disgusto que afecta a toda la familia. Después de queEusebio le haya disparado casi de muerte, Javier ha conseguido sobrevivir y permanece grave en la cama. Belén sigue buscando la forma de salir del hotel con su niño y así no tener que esconderlo nunca más, pero para ello necesita dinero. Desesperada, decide ir por el camino fácil: pedírselo a Diego a cambio de silencio.
En el próximo capítulo de Gran Hotel la familia Alarcón celebra el bautizo del primer hijo de Sofía y Alfredo mientras Alicia sigue empeñada en esclarecer los motivos de la muerte de su padre, Don Carlos. A Alicia le cuesta creer que Gonzalo sea el asesino de su padre, pero todo apunta a que así es. La pequeña de los Alarcón decide hablar con su primo y descubre que Gonzalo solo ha contado parte de la verdad. Por otra parte, Diego sigue buscando al amante de su mujer, a la vez que no es capaz de consumar los planes que tenía previstos para el hijo de Belén. La doncella recupera a su bebé, que por desgracia cae muy enfermo. Javier es el que parece más afortunado. Su romance con Adriana va viento en popa hasta que llega Elena, la exuberante hija de Adriana. La joven ha venido para destruir la relación de su madre con Javier.
Julio y Alicia descubren algo excepcional en el hotel: la habitación secreta de don Carlos. Además, un nuevo invento revoluciona a dueños y huéspedes del Gran Hotel. Allí se encuentran con las fotografías de un hombre con el que don Carlos tenía amistad y que podría arrojar luz sobre todo el misterio que envuelve la muerte del patriarca de los Alarcón. La joven pareja, que no ha abandonado en ningún momento su objetivo de descubrir toda la verdad, más unida que nunca en este último episodio de la temporada… Por otra parte, la muerte del hijo de Sofía llega como un jarro de agua fría para la familia, pero cuando los marqueses están a punto de dar sepultura a su bebé, Alfredo se da cuenta de que algo no encaja respecto a la muerte de su primogénito. Por su parte, después del desengaño amoroso, Javier está decidido a cambiar de vida aunque de una forma un tanto radical, cosa que molesta a Dña. Teresa, ahora volcada en quitar esas ridículas ideas de la cabeza de su hijo.
Alicia y Andrés se encuentran en peligro, ambos tienen enemigos por diferentes frentes. Mientras Garrido tiene retenida a Doña Alicia a punta de pistola, Andrés se encuentra en la misma habitación con el hombre que intentó matarle. Clientes y miembros del servicio se divierten con juegos de máscaras y disfraces, pero también hay quién aprovechará ese momento en que no están claras las identidades y cualquiera puede esconderse tras una máscara para llevar adelante sus planes. Es el momento que ha elegido Garrido, ahora que sabe que Alicia engaña a Diego con Julio, para hacer valer su chantaje contra la pareja: Alicia debe robar la caja fuerte de Diego y entregarle el botín a Garrido. Un plan que se complicará con la intervención de Diego, que sigue de forma obsesiva a su mujer, e Isabel, una doncella que se ha enamorado de Julio y que hará lo que sea para conseguirlo. Y no será lo único. Julio y Alicia han descubierto el rostro del hombre que intentó matar a Andrés y saben que ese misterioso personaje conocía a don Carlos. Julio y Alicia, con la ayuda de Ayala, siguen esa pista… pero solo consiguen alertar a ese peligroso hombre que, al amparo del baile de máscaras, acudirá al hotel para acabar su trabajo y destruir las pistas que puedan señalarlo. Durante la fiesta al hotel llega Beatriz, una baronesa, antigua prometida de Alfredo y que aún está enamorada de él. Beatriz intenta aprovechar la crisis por la que pasa el matrimonio del marqués con Sofía para recuperarlo. Pero Sofía, con la ayuda de su madre y de su hermano, no le pondrá las cosas fáciles a la baronesa.
Isabel dispara a Garrido por Salvar a Doña Alicia y así evita que se hiciese con los papeles del hotel. La policía no tarda en llegar para tratar de aclarar quién ha sido el autor del disparo. Al fina, Ayala se acaba posicionando del lado de Julio y Alicia después de descubrir la relación que ambos mantienen en secreto. Pero lejos de librarse de los problemas, estos no han hecho más que empezar para Julio y Alicia que, además, han visto cómo el sospechoso del intento de asesinato de Andrés se hacía con la única prueba que podían inculparle: la película de la boda de Alicia y Diego. Mientras, nuevo personal entra en el Gran hotel. Entre los que se encuentra Camila, una guapa doncella que nada más llegar sintoniza con Andrés. Por su parte, Alfredo sigue adelante con el proceso de nulidad. Los Alarcón no van a ponérselo fácil: no están dispuestos a dejar que salga de la familia y, mucho menos, que se aleje de la vida de Sofía. El encontronazo de Alicia con Llanes en Monteverde termina con Diego gravemente herido en los brazos de Alicia. Julio no consigue retener al asesino que se vuelve a escapar una vez más.
Sofía asesina a Beatriz y resucita la historia del asesino del cuchillo de oro en Gran Hotel. Sofía clava un cuchillo a Beatriz y deja en el lugar del crimen un cuchillo de oro para distraer la atención. Diego descubre el plan de Sofía a la que exige lealtad a cambio de su secreto y Benjamín se hace eco de la noticia gracias a la prensa. Dos desgracias que llegan en el momento en que parecía más cercana la resolución del intento de asesinato de Andrés. Precisamente a él es al único al que parece sonreírle la vida. Camila se esfuerza por acercarse a él a pesar de las reticencias que muestra el joven camarero. Quizá Andrés solo necesite un pequeño empujón para ser feliz.Sofía se siente traicionada por su madre quien parece apoyar la relación de Alfredo y Beatriz. Sofía, desesperada y sola, sin el apoyo de su familia y viendo como la suya propia se derrumba… cometerá una locura.
Llanes es el primer hijo de Ángela y Carlos Alicia y Julio siguen empeñados en descubrir la verdad sobre la muerte de Don Carlos y el intento de asesinato de Andrés. La joven pareja descubre que Ángela vale más por lo que calla y también está jugando a esconderles información. Después de infiltrarse en un convento, Julio y Alicia descubren que Ángel, el primer hijo de la Gobernanta y Don Carlos resulta ser Llanes. Alicia descubre una caja de su padre con doble fondo con varias fotografías de sus hijos incluído Andrés y una carta de despedida a Doña Ángela en la que le seguía confesando su amor. Alicia le cuenta a Doña Ángela que sabe que tuvo otro hijo con su padre y que ese niño sigue vivo, que no murió como le hicieron creer Ángela miente a Alicia sobre la muerte de su primer hijo Alicia le cuenta a Julio los avances en la investigación y el joven se da cuenta de un detalle, Ángela tuvo otro hijo antes que Andrés. Alicia acude a Doña Ángela para saber la verdad. "La verdad te resultará insoportable" Ángela se niega a responder las preguntas insistentes de Alicia sobre la muerte de su padre. Cuando Ángela descubre que hay una carta de Don Carlos reconociendo como su hijo a Andrés, Ángela corre a hablar con Doña Teresa y se enfrenta a la mujer del difunto sin tapujos. "Si yo hubiera sabido de esa carta no habría hecho lo que hice". Alicia se enfrenta a su madre y le confiesa todos los descubrimientos que ha hecho sobre la muerte de su padre, sobre la verdadera identidad de Andrés. Teresa le avisa a su hija que de encontrar la verdad pueden pasarle cosas terribles.
Los descubrimientos de Julio y Alicia han puesto a Ángela, la gobernanta, en el punto de mira. Los secretos que durante tantos años ocultaron ella y D. Carlos Alarcón pueden ayudar, por fin, a esclarecer la verdad sobre la muerte del padre de Alicia. Por otro lado, Belén ha regresado inesperadamente al Gran Hotel de manos deGonzalo, el sobrino de D. Carlos. Transformada en una mujer de clase alta, Belén ha llegado para llevarse algo que le pertenece. Conseguirlo o no, depende del precio que esté dispuesta a pagar. Pero sin duda, la que más tiene que perder es Sofía. La mayor de los hermanos Alarcón es la principal sospechosa del asesinato de la doncella que ha sido hallada muerta en su habitación mientras Sofía sostenía un cuchillo de oro. Sin embargo, Alfredo no va a permitir que su mujer continúe en la cárcel por más tiempo, y tampoco Alicia, quien tratando de ayudar a su hermana, se está acercando demasiado al verdadero asesino del cuchillo de oro y eso… puede costarle muy caro. Alicia cae en la trampa de Don Benjamín y muerde el anzuelo poniendo en peligro su vida. El verdadero asesino del cuchillo de oro se descubre ante la Señorita Alarcón. ¿Será ella la última víctima de Benjamín?, ¿llegarán a tiempo Julio y el agente Ayala para salvar su vida?
Llanes necesita hablar con su madre pero es descubierto por Andrés a quien acaba confesando algo que cambiará su vida por completo. Alicia y Julio están en peligro: se han acercado demasiado a la verdadera identidad sobre el asesino del cuchillo de oro y éste está dispuesto a hacer lo que sea por evitar que su secreto se rebele. Por su parte, Ayala está convencido que la persona responsable de la muerte de Beatriz no es el asesino del cuchillo de oro, sino Sofía. Sin embargo, mientras Diego conserve el arma que la implica con esa muerte, nada tienen contra a ella, al menos… de momento. La que permanece ajena a estos asuntos es Belén, preocupada porque sus cómplices la traicionen y que Diego intente destruirla. Es hora de buscarse un nuevo e inesperado aliado. Mientras tanto, la vida continúa en el Gran Hotel. Violeta, la hermana pequeña de Ángela viene a pedir ayuda a la gobernanta. Sola y desamparada necesita un trabajo; pero la vulnerable y frágil Violeta no es todo lo que aparenta.
Después de que Benjamín diese a Alicia una prueba para investigar la muerte de su padre, ella y Julio está a punto de descubrir algo que dará un giro inesperado a su investigación. Por otro lado, Andrés lleva un tiempo alejado del Gran Hotel haciendo de pescadero para sobrevivir, pero no sabe que su destino está a punto de cambiar. Doña Teresa ha cambiado de parecer y está dispuesta a reconocerle como un Alarcón aunque no a cualquier precio. Y mientras unos se incorporan a la familia, otros parece que se van. Al Gran Hotel llega una terrible noticia. Javier lleva desaparecido en el frente dos meses y es el momento de aceptar que ha fallecido.
Javier ha sido descubierto. Sus mentiras lo llevan directamente a un tribunal militar que viendo la deserción del joven Alarcón, no dudarán en decretar su fusilamiento inmediato. Solo Alfredo podría utilizar su posición para interceder por el indulto de Javier, pero después de que Dña. Teresa lo haya dejado sin las minas y sin el hotel no es el mejor momento para pedirle que acepte hacer favores a los Alarcón, al menos sin ofrecer nada a cambio. Y ese no es el único frente que tiene abierto Doña Teresa. Los últimos descubrimientos de Julio y Alicia la llevan a declarar ante el juez en relación a la muerte de su marido en la que parece estar involucrada. Sin embargo, la matriarca de los Alarcón esconde un as en la manga y dará su versión de lo sucedido. Algo no encaja en esa versión y esta vez es Julio el que hará lo necesario para que por fin se sepa lo que hay detrás de la misteriosa muerte de D. Carlos. Todos permanecen ajenos a algo mucho más grave que está a punto de suceder: un atentado contra el Gran Hotel que lo cambiará todo… para siempre.
Después del estallido de la bomba, el caos reina en el Gran Hotel, que se convierte en un improvisado hospital de campaña para atender a las víctimas. Hay muertos y heridos por todas partes. Uno de los perjudicados es Julio, aunque eso no impide que se dé cuenta de algo terrible. Alicia ha desaparecido, inexplicablemente. Nadie parece saber nada de ella hasta que Diego recibe una misteriosa llamada. El Gran Hotel tiene un nuevo e inesperado enemigo, responsable de la explosión y la desaparición de Alicia, algo que pone en alerta a Ayala, Julio e incluso a Maite (Megan Montaner), una vieja amiga de Alicia que ha llegado para visitar a la joven Alarcón y que se ha encontrado con toda esta situación en la que no está dispuesta a quedarse con los brazos cruzados.
No hay noticias de Alicia. Los últimos sucesos, aparentemente, no han aportado nada en cuanto a su paradero, aunque eso muy pronto cambiará y la joven regresará por sorpresa a casa. Lo malo es que Diego se está acercando peligrosamente a la verdad. Ha atado cabosrespecto a la presencia de Julio en la búsqueda de Alicia y espera una explicación del camarero. Laura y Javier comienzan una relación. Teresa obliga a su hijo a casarse con una rica heredera, pero todas las candidatas son horribles. A él solo le interesa la guapa enfermera. Por otro lado, Belén es consciente de que Andrés puede pedir la nulidad matrimonial en cualquier momento para poder vivir una nueva vida junto a Camila, de modo que ya es hora de tomar cartas en el asunto y acercarse de una vez por todas a su legítimo marido, a pesar de que para ello tenga que recurrir a sucias artimañas. Mientras tanto, el hotel sigue en ruinas tras el atentado, aunque sorprendentemente hay alguien que está dispuesto a hacer una generosa oferta por la compra del Gran Hotel a Diego. Se trata de Cecilia Velledur (Andrea Duro), una joven caprichosa y heredera de una gran fortuna. Doña Teresa no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados y eso nunca es un aviso? es una amenaza. Sofía cada día está peor por las pesadillas y los fantasmas del pasado que la acosan y decide recurrir a la Iglesia. En el confesonario descubre que el párroco habitual no está y, en su lugar, hay un sustituto: el padre Grau (Roger Coma). Es un hombre joven, afable, comprensivo y sincero con sus feligreses que pronto se gana la confianza de sus fieles.
En el próximo capítulo veremos que el Gran Hotel no pasa por el mejor de sus momentos. Después de que Diego haya firmado su venta, todo parece indicar que el establecimiento cerrará sus puertas al público, algo que Dña. Teresa no está dispuesta a permitir mientras tenga una sola oportunidad de recuperar el control del hotel. Esa oportunidad es Javier, a quien no duda en presionar para que se case cuanto antes con Laura, ahora que sabe que es millonaria. Por su parte, Sofía ha confesado su condición de asesina al Padre Grau sin sospechar que las cosas pueden complicarse demasiado… en muchos sentidos. En medio de esta situación, la noticia de que Celia Velledur, la compradoradel hotel, ha desaparecido, hace que la policía piense que Diego es el principal interesado en esa desaparición, mientras que Julio, Maite y la propia Alicia también están dispuestos a demostrar que Diego esconde algo en su pasado lo suficientemente importante como para que sus vidas estén de verdad en peligro. Al hotel llega Jesús Cisneros (Lluis Homar), el nuevo maitre.
Una vez que doña Teresa ha descubierto que Laura es también una rica heredera, permite que la boda entre Javier y ella se celebre en el Gran Hotel. Durante la fiesta posterior a la ceremonia, Ezequiel, el captor de Alicia con el que habían dado en el capítulo anterior, se presenta en el hotel dispuesto a matar a Diego si no le entrega el documento que llevan tanto tiempo buscando. Pero Diego no se acobarda y obliga a Ezequiel a cambiar de estrategia, lo que pondrá a Maite en peligro de muerte. Mientras tanto, Belén intenta boicotear la relación de Andrés y Camila después de que ésta se haya recuperado de sus heridas. Por su parte, Sofía y el padre Grau, que oficia la boda entre Javier y Laura, se acercan más de lo que ninguno de los dos esperaba. Por último, Cisneros, el nuevo maïtre del hotel, se revela no sólo como un trabajador eficaz, sino también como una persona encantadora, más aún a ojos de doña Teresa.
Después de que Ezequiel muera asesinado, Ayala encuentra una inquietante nota junto al cadáver: “En Caín era la verdad”. Siguiendo esa pista, Alicia, Julio y Maite intentarán dar con quien sea que está detrás de todo esto, pero la verdad que están a punto de descubrir supondrá una sorpresa mucho mayor. Al mismo tiempo, Andrés intenta desesperadamente recuperar a Camila después de que Belén haya conseguido que ella le abandone; pero la doncella volverá a entrometerse, complicando aún más la situación. Cuando Alfredo descubre que el mismísimo rey Alfonso XII se encuentra en el hotel de incógnito, hará lo imposible para poder hablar con él e intentar recuperar su título de marqués. Lo que Alfredo no sabe es que, mientras tanto, el acercamiento entre Sofía y el padre Grau, que ha organizado una gala benéfica en el hotel, alcanza un punto de no retorno. Por último, Javier y Laura regresan de París de su viaje de novios con malas noticias para doña Teresa.
Julio, Alicia y Maite han descubierto la auténtica identidad de Diego: Adrián Vera. Ahora sólo tienen que demostrarlo para anular el matrimonio entre el director del hotel y la joven Alarcón, aunque eso suponga para Maite tener que hacerle frente al hecho de que se ha ido enamorando poco a poco de Julio. Ayudar a Alicia supondría perder al camarero para siempre. Mientras tanto, Andrés despierta desorientado en medio del bosque. No recuerda nada de lo sucedido la noche anterior, excepto que se llevó a Belén a rastras del hotel y que ahora no sabe dónde está. Desesperado, intenta encontrar a la doncella, pero las pistas le llevarán a descubrir una terrible verdad. Por último, Sofía tiene que lidiar con su sentimiento de culpa después de haber besado al padre Grau, y Javier, se ve obligado por doña Teresa a lidiar con las exigencias de su esposa ya que la dote que ansiaba esconde condiciones que no esperaba.
Después de que Andrés haya confesado públicamente el asesinato de Belén, el Gran Hotel está revolucionado. La prensa acosa a la familia Alarcón y, aunque Ayala intenta demostrar la inocencia del joven, un nuevo detective llega a Cantaloa para asegurarse de que Andrés es condenado a muerte por su crimen. Mientras tanto, el juego de pistas en el que se han visto envueltos Julio, Alicia y Maite les dirige hacia el documento que demostrará la verdadera identidad de Diego. Pero en este juego, nada es lo que parece y tanto Diego como los protagonistas, serán víctimas de los caprichos de quien está jugando con ellos. Ayala, ahora fuera del caso de Andrés, se centrará en esclarecer el asesinato de Celia Velledur. Ángela podría ser la testigo clave, pero doña Teresa, con ayuda de una doncella, boicotea las labores de la gobernanta en el hotel para invalidar su testimonio en el caso. Así, los problemas se acumulan para doña Teresa, ya que Laura quiere marcharse con Javier de Cantaloa, separándola tanto de su hijo, como del dinero de la dote. La matriarca de los Alarcón encontrará refugio para sus penas en la persona más inesperada. Por último Sofía, llena de dudas después de haber besado al padre Grau, intentará salvar su matrimonio, aunque las propias mentiras de Alfredo no se lo pondrán nada fácil.
La familia Alarcón no pasa por su mejor momento. Andrés es detenido por el asesinato de Belén y todo apunta a que lo condenarán a muerte. Sin embargo, Andrés no va a estar solo en este trance: mientras Julio y Alicia tratan de encontrar el modo de exculparlo, Maite pone a su servicio todos sus conocimientos de abogada. Hasta Ángela está dispuesta a chantajear a doña Teresa con tal de sacar a su hijo de prisión.
Alicia atraviesa momentos difíciles, no sólo porque su matrimonio con Diego sigue siendo un infierno, sino porque siente la obligación de denunciar a su madre por la muerte de Celia Velledur. Por si fuera poco, las cosas entre ella y Julio no van del todo bien. Otro tema que centra su atención es el encierro de Andrés, acusado por el asesinato de Belén. Liberarlo parece algo imposible, sobre todo después de comprobar la insistencia que el inspector jefe Bazán tiene por acabar con la vida del Alarcón. Julio, Maite y Alicia tratan impedir a toda costa que Andrés sea ejecutado. Ángela también pone todo de su parte para liberar a su hijo. Ella tiene la clave para incriminar a Dña. Teresa en la muerte de Celia Velledur y por tanto, también podría exculparla, de modo que no dudará en utilizar esa información para ayudar a Andrés. Por su parte, Javier recurre a su hermana Sofía para que le ayude con Laura. Está convencido de que su mujer está trastornada, pero Sofía tiene otras preocupaciones. Elisa, la madre de Alfredo, ha llegado al Gran Hotel y como siempre, está dispuesta a demostrar que en el matrimonio de su hijo las cosas no van como deberían.
El futuro de Andrés está decidido. Su única posibilidad de sobrevivir pasaba por un indulto que le deniegan. Julio debe asumir la inminente muerte de su amigo, como debe asumir que el destino de Alicia está al lado de su marido, aunque Diego no la merezca. Quien también tiene algo en contra de Diego es Cisneros, y doña Teresa, al descubrir este secreto interés de su amante, se empeña en averiguar toda la verdad sobre él. Por su parte, Laura decide dar un paso más en su matrimonio con Javier: cree que ha llegado el momento de darle a Javier un hijo; Javier, viendo a su esposa cada vez más desequilibrada, no tiene la menor intención de complacer ese deseo. ¿Y Sofía? Elisa, la madre de Alfredo, está empeñada en averiguar con quién engaña Sofía a su hijo. Para ello recurre al padre Grau, empujándolo en vano a romper el secreto de confesión… y por el camino se entera del rumor que se ha adueñado del pueblo: el cura tiene una amante.
Cisneros no solo ha revelado su verdadera identidad a Doña Teresa, sino que también le ha confesado cuáles son sus verdaderas intenciones en el hotel: acabar con Diego. La matriarca de los Alarcón tiene ante sí la oportunidad de acabar con su eterno rival si une sus esfuerzos a los del maître. Pero ellos no son los únicos enemigos del señor Murquía; Julio sospecha que la repentina ausencia de Alicia en el entierro de Andrés tiene algo que ver con Diego, y no parará hasta descubrir el paradero de su amada. Por otro lado, Belén aparece en el Gran Hotel sana y salva. La mujer que se suponía asesinada por Andrés regresa tras conocer la muerte de su marido. Una visita que sorprende a muchos, excepto a Ayala y Ángela quienes no dudarán en sorprender a Belén y al inspector Bazán con una revelación inesperada. Ajeno a todo esto, Alfredo se apiada de la joven a la que ha dejado embarazada el padre Grau y le ofrece trabajo como doncella dejándola al cuidado de su hijo. Ante esta situación, Sofía no tarda en aclarar las cosas con el sacerdote que ha jugado con los sentimientos y la honra de ambas mujeres.
Ha llegado la hora de la verdad. Julio ha dado la cara y Diego ha descubierto que el camarero es el amante de Alicia. El enfrentamiento entre ambos es inminente. Pero, con Diego armado, las consecuencias pueden ser fatales para Julio... Quién ha descubierto la verdad sobre su matrimonio es Alfredo. Incapaz de perdonar a Sofía, el que fuera marqués decide que poner tierra de por medio. Pero en esta ocasión, solo hay una forma de hacerlo: Sofía tendrá que marcharse del hotel... para siempre. Por su parte, Javier ha demostrado la locura de Laura y está a un paso de la nulidad matrimonial. Sin embargo, la madre de Laura no está dispuesta a permitirlo y le ofrece un trato a Teresa que no puede rechazar: la dote para comprar el hotel a cambio de que no se anule el matrimonio. Pero Javier que ha llegado tan lejos no va a dejar las cosas se queden así...
Tras encontrar a Diego herido en la gruta junto a Alicia, Ayala no tiene más remedio que detener a la joven. Si Diego la acusa ante el juez, Alicia será condenada a prisión. Julio y Maite se enfrentan a una contrarreloj para demostrar que Alicia fue víctima de una trampa, pero sus averiguaciones le llevan a descubrir secretos que atañen a alguien del hotel que no esperan... Mientras, Diego, malherido y recién liberado de su cautiverio, se dispone a cobrarse su traición: Alicia será condenada a pena de cárcel por intentar matarle; mientras que Julio, su amante, solo puede pagar con una moneda: su vida. Andrés, a sabiendas de las sospechas de Ayala y Ángela sobre Belén, tiene que hacer frente al día a día junto a una mujer en la que ya no confía. ¿Puede continuar viviendo en una mentira? Ajena a esto, Belén tiene que hacer frente a un nuevo peligro. Uno que puede llevarle a pagar por el engaño que cometió. Por su parte, Ángela asume su nueva situación en la clase alta proponiéndose un nuevo objetivo dentro del hotel: mejorar las condiciones de los trabajadores. Pero no todos están de acuerdo... y mucho menos Alfredo que, como director, ve amenazada su ya más que mermada autoridad. El único dispuesto a disfrutar de la vida ahora es Javier que, ante la ausencia de Laura, recobra su libertad perdida. Ha llegado a volver a ser el que era. Lo que no sabe es que va resultarle algo más complicado de lo que pensaba.
Con Cisneros huido y Diego enfermo de cólera, Julio y Alicia tienen vía libre para abandonar el hotel de una vez por todas y comenzar a vivir una vida juntos que hasta ahora se les ha negado. Pero el moribundo Diego le hace a Alicia una propuesta que puede provocar que todo cambie... Y lo haga para siempre. La enfermedad no es el único problema de Diego. Cisneros está fugado y acorralado por la policía, pero no dudará en intentar cobrarse su venganza contra su enemigo de la forma que sea, y pasando por encima de quien tenga que hacerlo. Mientras tanto, Belén vuelve a reunirse con Bazán para evitar que éste descubra su intento de matar a Andrés. El reencuentro entre ambos tendrá consecuencias inesperadas y definitivas. Por otro lado, la enfermedad de Diego ha contagiado a más trabajadores del hotel. Ángela teme una epidemia y utiliza su nueva posición para intentar convencer a Doña Teresa y Alfredo de que lo mejor es cerrar el hotel. Las negativas a escuchar los consejos de la gobernanta pondrán en peligro no sólo a los enfermos, sino a todo el Gran Hotel. Por último, Javier se ha dado cuenta de que es infeliz desde que apartó a Laura de su vida y, cuando ella vuelve al hotel para conseguir la nulidad de su matrimonio, el joven Alarcón intentará recuperarla por todos los medios posibles.
Gran Hotel ha cerrado sus puertas con un final feliz por todo lo alto y un programa especial dónde los actores de Gran Hotel ofrecen sus impresiones sobre el emocionante desenlace de la exitosa serie.
