Juanjole ha preparado una boda sorpresa a Andrés. Mientras, Laura confiesa a su madre que estáembarazada. El enredo surge cuandoAna y Juanjodeciden no decirle nada a Andréssobre el embarazo, ya que éste cree que es su “ex ”la que espera un bebé y que por ello va a casarse con Toti, su novio veinteañero. Finalmente, se descubre la verdad y se celebra la boda en el caserío, aunque aún queda una sorpresa final.
Rober, el padre de Toti vendrá a visitar a su hijo porque tiene una noticia importante que darle. Sólo habrá un problema: el hombre, payaso de profesión, aparecerá acompañado de una simpática china y Toti sacará a relucir el trauma que arrastra durante toda su vida, ya que siempre se ha sentido avergonzado de la profesión de su padre. Este hecho provocará dos equívocos: el primero, que Ana crea que Toti no le ha presentado a su padre porque se avergüenza de salir con una mujer mayor que él, y el segundo, que el resto de la familia se crea que Rober, en lugar de payaso, es actor porno.
La llegada de un inspector de urbanismo (papel interpretado por Daniel Albaladejo) para comprobar las irregularidades en la construcción del templete sembrará el desconcierto en Andrés, máximo promotor del proyecto. Los problemas se agravarán cuando descubren que el inspector acosó a Juanjo en su adolescencia. Andrés tendrá que fingir ante el inspector que sigue casado con Ana para ocultar su homosexualidad. Los problemas se agravarán cuando Amelia usurpe el puesto de Ana como mujer de Andrés y la propia Ana se convierta en la nueva asistenta de la casa a ojos del inspector.
Tito, el novio de Amelia que hace años la dejó cuando estaban a punto de casarse, reaparece con la intención de reconquistarla. Alertado por la situación, Juanjo tratará por todos los medios de alejarle de su lado, aunque para ello tenga que inventarse que Amelia se quedó embarazada de Tito, y que el supuesto hijo de ambos es nada menos que Toti.
Mari, la mejor amiga de Juanjo, aparece por sorpresa en el caserío. El nivel de confianza y compenetración de Mari con Juanjo será tal que Andrés y a Amelia terminarán por sentirse desplazados en la casa. Desde entonces, ambos iniciarán una lucha encarnizada para volver a atraer la atención de Juanjo y ocupar el lugar que tenían en su vida.
Juanjo comenzará a sentir que, desde que está con Andrés, echa de menos salir a fiestas y divertirse. Andrés, por su parte, considerará que ellos han pasado por esta etapa y que trasnochar es síntoma de inmadurez. Ante la crisis de pareja que se avecina, Andrés cederá y acompañará a Juanjo a una fiesta en la que fingirá que lo pasa bien, algo que, a medida que pasa la noche, se le volverá en su contra y terminará por agravarse cuando la fiesta se desmadre.
Ante el mutismo de Laura, la familia intentará averiguar por todos los medios la identidad del padre de su hijo. Tras varios intentos infructuosos, decidirán robar el diario de Laura y a través de él descubrirán que Toti conoce el nombre. Entre todos le acorralarán para interrogarle hasta que Laura aparece para confesar que sabía que le robarían el diario y todo era un ardid para darles un escarmiento por entrometidos. Finalmente, el cumpleaños de Ana se convertirá en el acontecimiento que propicie la reconciliación familiar.
Ana se muestra muy deprimida porque ya no se siente atractiva y Toti, que querrá animarla a toda costa, se deja aconsejar por Andrés que le sugiere utilizar la táctica narrada en la canción “Un ramito de violetas”: empezar a mandarle flores de forma anónima para que vuelva a sentirse deseada. Por su parte, Juanjo estará harto de que Ana siempre tenga esa necesidad de protagonismo y, alentado por Amelia, se pondrá manos a la obra para desbancar a Ana y ser él el único centro de atención.
Lalo, un antiguo amigo de correrías de Juanjo hábil en enamorar a heterosexuales, reaparece en el entorno de los Hita con la intención de flirtear con Toti. Juanjo tratará de oponerse, pero Lalo le chantajeará con desvelar a Andrés un comprometido secreto sobre el pasado oculto de Juanjo si éste se interpone en su relación con el novio de Ana.
Andrés se siente presionado porque no sabe cómo decirle a Juanjo que las mallas que se ha comprado para las clases de baile son horribles y hace el ridículo cuando las lleva puestas. Entretanto, la familia encarga a Amelia que distraiga a Laura en sus tediosos días de gestación. La asistenta, junto a Toti, se llevará a la joven al bingo, lo que desencadenará una crisis con los Hita.