Quique se ve a sí mismo como un conquistador, pero la atractiva rusa Nadya le impone. Jacqueline, al poco de conocer a Aitor, ya le viene con planes de boda que le dejan descolocado. Miguel y Manoli han tenido una primera impresión algo tibia, pero la conversación ha fluido bien. Lo mismo podría decirse de Pietro y María, dos jóvenes madrileños con un juego de seducción de lo más interesante.