Mic llega a la antigua China, concretamente a la Gran Muralla. Practicando un poco de karate, la destruye en un momento. Este “accidente” no altera demasiado su viaje: se entera de que el emperador Chop-Suey, de la dinastía Ming, ha convocado un concurso de inventos. Allí se presentan objetos que cambiarán la historia mundial: la pólvora, la brújula, la hamburguesa...