La primera entrega se centra en las últimas acciones del padre de los niños y en cómo se va advirtiendo la ausencia y la falta de Ruth y José. Este primer episodio se cierra con una llamada telefónica completa de Bretón, que impresiona a la vez que resume bastante bien su actitud, su manera de fingir y su falta de empatía.
Comienza con la creación del equipo de investigación del caso y concluye con que la familia materna insiste en que "no hay pruebas de que los niños no estén con vida” y mantienen la teoría del secuestro. Están convencidos de que José Bretón los tiene escondidos en algún sitio. Es su esperanza.
José Bretón es responsable de un crimen atroz, un monstruo tras la máscara de un hombre respetuoso y trabajador, padre responsable, que mantuvo en vilo a todo el país durante meses con sus silencios y sus mentiras.