Desde la carcel, Rogelio ofrece su servicio de confesión. Una de las primeras personas en llegar es María Marta quien le confiesa que está enamorada de un galán secreto del barrio. Jiménez escucha la conversación y se ilusiona pensando que se trata de él, pero su sonrisa se desdibuja al descubrir que algunas celdas están vacías: sus presos han escapado.
Rogelio se oferece para ouvir confissões em sua cela. María Marta é uma das primeiras a aparecer, e ela confessa estar apaixonada por um admirador secreto do bairro. Jiménez ouve a conversa e se enche de esperança, achando que ela está se referindo a ele. Mas a alegria dele dura pouco, pois ele descobre que algumas das celas estão vazias e que os prisioneiros fugiram.