Es un icono de toda una generación. Sus fotografías reflejan sin censuras un mundo donde los amigos, las motos, los tatuajes o las drogas se funden en una visión existencial de carácter autobiográfico. Tras presentar con enorme éxito una gran retrospectiva en la primera edición de PHotoESPAÑA, en 1998, recibe el Premio Nacional de Fotografía en 1999.