Todos siguen muy preocupados porque Eugenia no aparece y, cuando lo hace, deja sin palabras a todo el palacio. El padre Samuel recibe una carta alarmante del obispado, mientras Rómulo y Emilia resuelven en parte su relación, aunque no del todo. Adriano le cuenta toda la verdad sobre sus orígenes y su situación a Lisandro. A raíz de esto, Catalina le dice a su padre que quiere marcharse de La Promesa. Lo que Alonso ignora es que la llegada de Lisandro no ha sido casual.