Analía está con Sebastián Casas en su vivienda, pero de un momento a otro golpean la puerta y cuando él la abre, se da cuenta de que es Mejía con sus escoltas. A Sebastián Casas lo sacan del apartamento y Mejía empieza a hablar con Analía. En medio de esta charla, a ella le dan ganas de vomitar y él allí cree que Guerrero sí está enferma. De La Torre se entera de lo que están diciendo de Analía y él va hasta la casa de ella para confirmar si esto es cierto. El político llega y ella le informa que se encuentra bien. Después de esto, él solo le reclama y le pregunta si realmente hay algo más allá, pero ella le oculta su embarazo. Él se despide y le dice que ella será siempre su primer amor de la infancia.