Felisa se ha quedado dormida escribiendo una carta a Trino, que se ha ido a Alemania a trabajar, y recuerda el momento en que ambos se despidieron. Sabino ha contratado a Tomás para que atienda a los clientes de la Agencia de Viajes “La Puntual” y le explica las excursiones que tiene programadas. Las relaciones entre Leonor y Pedrito, tan románticas cuando aún eran niños, se han enfriado con el tiempo. Leonor protesta porque no quiere ir siempre vestida con el uniforme del colegio y Manolita proyecta vestir de uniforme a Marcelino y Pelayo para atender el bar. Un periodista francés soborna a un carcelero para que le deje ver el garrote vil y entrevistar al hombre que mañana va a ser ajusticiado. En las cocheras de la antigua línea de autobuses, Sabino tiene un encuentro sorprendente. Mauro culmina su aventura amorosa con la mujer del Director de la Escuela, pero alguien le sigue los pasos.