Zacarías y Amador reconocen que ocultan a Matías un gran secreto, pero se lo contarán lejos de aquí. Cuando por fin llega el momento de contar qué pasó, Matías descubre que, no solo mataron a los conductores, sino que se hicieron con el botín y se lo ocultaron. Matías se siente profundamente disgustado con sus hermanos. Ante la situación que se ha creado con la visita de su amigo, es Francisca la que pide a Cristóbal que se quede y a Raimundo que se vaya: se ha portado “bien”. Sin embargo, a la tía Eulalia no le hace ninguna gracia enterarse de la visita de Raimundo, parece que Cristóbal empieza a actuar por su cuenta; le pide explicaciones por actuar a sus espaldas y le conmina a acabar con Francisca ya, cosa que él no va a aceptar. Fe le aconseja a Emilia que no acepte la propuesta de Cristóbal, sea cuál sea. Severo se defiende de Leoncio dándole de su propia medicina; denunciarle y hacerlo público. Mientras, Carmelo y Mencía empiezan a preparar su boda y piden a don Anselmo que sea él quién los case. En los Manantiales extrañan la coincidencia de la marcha de Matías con la de Hernando, parece que intuyen que anduvieron trasegando y que pronto descubrirán qué ocultaban. Los hermanos se acercan a la zona donde escondieron la caja fuerte, y cuando están a punto de recuperar el dinero, la Guardia Civil cae sobre los tres hermanos.