Llega la noticia del grave accidente en la gruta: Hernando ha quedado atrapado. Camila acude en su ayuda, pero en un ataque de nervios, cae desvanecida. Lucas le suministra un potente sedante que le hará dormir largo rato, y Néstor, al enterarse, no duda en acercarse a su habitación. ¿Qué pretende Néstor? Néstor vigila a Camila con un amor enfermo y posesivo. Onésimo anuncia que Raimundo es el nuevo Intendente; la noticia no es bien recibida, pero él sabe que tiene que aceptar el puesto, es lo mejor para el pueblo. Francisca teme que sus maldades no estén valiendo para nada, ni le reporten ningún beneficio a ella. Onésimo reza por Mencía. Severo y Candela se marchan, incómodos por el rito pagano, que raya en el chiste. Anselmo en cambio sí es defensor de esa mezcla cristiana e indígena, mezcla natural de las culturas. Mauricio ha conseguido trabajo como capataz en la finca del tío Pepe gracias a Fe, sin embargo, el puesto no le dura un día siquiera, parece que las formas que utilizaba con Francisca no son extensibles a otras fincas. Contra todo pronóstico, Emilia satisface sexualmente a Cristóbal por iniciativa propia. Por fin encuentran a Hernando, no sabemos si vivo o muerto.