Severiano chantajea a Emilia amenazándole con sacar a la luz el paradero de María. Ella no tiene otra que volverse a casa y pensar de dónde sacará el dinero que le exige, a la par que trata de frenar a Alfonso, quien intuye que algo grave le pasa a su mujer por mucho que ella lo niegue. Ismael sigue dando alguna muestra de que no es del todo lo que aparenta: ordena sus cosas de forma obsesiva y esconde cuidadosamente una carpeta. Como primera acción, propone el envío de muestras a todos los clientes potenciales y se ofrece para ayudar a Matías, algo que al chico le provoca cierto hartazgo. Y cuando Alfonso le pregunta a su hijo por su estado de ánimo, él no oculta que no se fía nada del recién llegado; cree que no es trigo limpio. Francisca asegura a Mauricio que Raimundo supone un escollo para llevar el Ayuntamiento a las manos que ella considere oportunas, no tendrá más remedio que actuar a las malas para inhabilitarle. Rogelia no guarda más el secreto de Beatriz respecto a las curas y anuncia que la chica lleva varios días sufriendo dolores en silencio. Ismael deja caer que quizás la culpa de lo que pasa a Beatriz sea de Matías. Camila también parece ocultar algo, se siente realmente acongojada. Severo presiona a Raimundo para que centre la investigación en Francisca, está convencido de que ella es la asesina de su hermana. Carmelo sigue sin dar ningún tipo de señal de empatía con Severo por la muerte de su hermana y siguen a la gresca. Lucas promete que hablará con él, y es que además, tiene un asunto que tratar con él, aunque no refiere el qué. Finalmente, Lucas interpela a Carmelo. Dice saber qué sucedió entre él y su esposa Sol; parece acusarle de algo.