Mónica experimenta el terror, la persecución y todo lo que le ocurre a Adriana.
Elena le clava una jeringa en el cuello a Mónica. Por otro lado, Adriana sufre un paro cardíaco.
Adriana reacciona y Diego se emociona. Mónica no lo reconoce y asegura que nunca lo había visto.
Mónica es llevada a un burdel y se da cuenta de que no es ella misma. Diego conoce a don Mario.
El investigador le habla a Selma de la muerte simultánea de Adriana y Mónica.
Un terrible incidente con un juez complica aún más la situación de Mónica en el burdel.
Mónica le pide una segunda oportunidad a Chantal y planea escapar esa noche con las chicas.
Mónica prende fuego a la habitación. Carlos abre la puerta y ella aprovecha para escapar.
Emiliana siente algo especial en la mirada de Adriana, pero ella se marcha dolida.
Selma se va molesta al darse cuenta de que Adriana cree que es Mónica.
Adriana toca el piano para Selma, y ella confirma quién es. Mónica ve el momento de su muerte.
Selma le reprocha a Mónica que le haya dado su fortuna a Gerardo, quien queda impactada.
Adriana llega a la mansión como Mónica Arriaga y Gerardo queda asombrado.
Gerardo le asegura a Mónica que él amó a su esposa fallecida. Ella contiene sus sentimientos.
Elena desconfía de la historia de Adriana cuando ella cuenta cómo conoció a la famosa pianista.
Mónica sabe que el juez Manuel es un peligro para sus hijas. Gerardo la consigue en su habitación.
Mónica tiene un sueño erótico con Gerardo: ella se sumerge en la piscina a media noche y él llega.
Lorena le reclama a su hija que sea la amante de Gerardo. Mónica llega a la casa y él la besa.