Gonzalo decide instalarse en Sevilla con toda la familia para dejar atrás los recuerdos de Margarita. Mientras, Malasangre descubre que Gonzalo es el hijo de Rey e intentará hacerle llegar esta noticia cuando él ya se ha marchado de la villa. Satur, convencido de que su misión en la vida es hacer feliz a su amo, intervendrá para provocar un primer encuentro reconciliador entre Gonzalo y el rey. Por otra parte, viendo que su amo no olvida al amor de su vida, el criado logra encontrar dónde vive Margarita. Cuando el Comisario se entere de que su padre es el Rey de las Españas, su reacción será muy distinta a la de su hermano: Hernán, que como legítimo heredero, se obsesionará con acceder al trono con la ayuda el Cardenal. En sus planes implicará a la Marquesa, que verá en las pretensiones de Hernán la oportunidad para culminar la ambición sin límite que ha marcado su vida. El Comisario aprovechará para someter a Lucrecia por primera vez.