Laura (Macedo) finalmente consigue el tan ansiado reconocimiento profesional, de la mano del nuevo dueño del canal, Zavala (Repetto). El ejecutivo no sólo está deslumbrado por el talento de la joven sino también de su belleza. De hecho, una reunión laboral propiciará un encuentro mucho más íntimo entre nuestra guapa y el seductor empresario.
La tragedia personal de Laura (Macedo) parece haber quedado atrás. Con esfuerzo, intenta volcar toda su energía en el ámbito laboral, sobre todo con la llegada de Leonardo Zavala (Repetto), el nuevo dueño del canal. Gracias a él, finalmente consigue el tan ansiado reconocimiento profesional. El alto ejecutivo está deslumbrado por su talento. Pero también ha quedado prendado de su belleza. Y no pierde oportunidad de hacérselo saber. De hecho, una reunión de trabajo propiciará un encuentro mucho más íntimo entre nuestra guapa y el seductor empresario, en el cual los besos apasionados serán más que protagonistas.
Mientras tanto, Mónica (Morán) sufre por “Natalita” (Scápola). No puede tolerar que su hija conviva con un hombre que ejerce violencia física y psicológica sobre ella. Lo que menos quiere es que Nati repita su misma historia. Cansada del maltrato, decide tomar las riendas de la situación: impulsiva, enfrentará al joven, amenazándolo con un martillo, con la intención de lastimarlo. Pero el Tano (Brieva) logrará llegar a tiempo para evitar una tragedia.
