En el último mes nos hemos acostumbrado a ver a Donald Trump sentado en el despacho Oval de la Casa Blanca. Muy serio, firmando largos decretos a mano. Es su manera de escenificar el poder casi absoluto que tiene en la punta de su rotulador negro. En esa imagen, solo vemos a Trump firmando. Pero si abrimos un poco el plano, le vamos quitando el zoom, vemos, claro, que Donald Trump no está solo. Esta semana, al alejar el zoom, hemos visto de nuevo a Elon Musk. De negro, con una gorra en la que pone ‘Make America Great Again’ y con uno de sus hijos, al que subía a hombros o mantenía a sus pies, expuesto a la prensa en pleno despacho Oval. Analizamos el nuevo poder que Donald Trump le está dando a Elon Musk, un poder interno, en lo político, que se une a sus ansias de poder externo, empresarial, que sigue buscando. Por ejemplo, con el intento de compra de OpenAI. De todo esto hablamos con el periodista de Maldita.es y colaborador de elDiario.es Carlos Hernández-Echevarría.