Sálvame estuvo 14 años en emisión, referente de una nueva forma de hacer televisión y líder de audiencia. Para muchos fue un programa frívolo, machista, faltón, que acosaba a famosos y a no famosos, que daba voz a lo más agresivo de la sociedad y que no merecía el reconocimiento de cualquiera que se considerara progresista. Era calificado como “telebasura”. España siguió cambiando, se comenzó a hablar más de política y eso pasó también en Sálvame. Jorge Javier pasó de criticar a Zapatero a defender a Pedro Sánchez. Se soltaron, especialmente a partir de la pandemia y de los bulos contra el Gobierno. La política pasa de ser un chascarrillo a una inesperada seña casi de identidad de Sálvame. El programa de “los rojos y maricones”, en palabras de su presentador. Pero Sálvame fue cancelado y sustituido por un nuevo programa, que sí podía hablar de política, dirigido por Ana Rosa Quintana. Ese cambio terminó de coronar el viaje de Jorge Javier Vázquez y del equipo de Sálvame como inespera