Le 3 août 2014, les Yézidis, une minorité confessionnelle kurdophone, adepte d’un monothéisme qui leur vaut la réputation "d’adorateurs du diable", deviennent la cible de Daesh en Irak.
En agosto de 2014, Dáesh asaltó Kocho, un pueblo al norte de Irak, habitado por la minoría preislámica yazidí. Unos veinte extremistas del EI capturaron y obligaron a los aldeanos a decidir entre convertirse al islam o morir. Todos se negaron a convertirse. Las mujeres y los niños fueron tomados como esclavas y rehenes. A los hombres los ejecutaron y arrojaron sus cuerpos a fosas comunes. Investigadores de la ONU empiezan a buscar los cuerpos 5 años después.