Estland ist der Staat, der die Ukraine am stärksten unterstützt - gemessen an seinem Bruttoinlandsprodukt. Und zwar sowohl militärisch als auch wirtschaftlich. Aber auch symbolisch: nachdem bereits Denkmäler aus Sowjetzeiten abmontiert wurden, werden nun einige Straßen umbenannt. In der russischsprachigen Kleinstadt Sillamaëstößt das auf Unverständnis.
Estonia comparte más de 300 kilómetros de frontera con Rusia, por lo que la guerra de Ucrania ha reavivado los temores hacia su poderoso vecino. Como consecuencia, Estonia ha acogido a más refugiados ucranianos que ningún otro país desde que comenzó la guerra. Tallin también está a la cabeza de las contribuciones de apoyo a Ucrania en relación con su PIB, tanto económica como militarmente; y también se opone a Rusia por motivos más simbólicos...