¿Es ético aprovecharse de una situación de desesperación y tragedia colectiva para dar un pelotazo comercial o personal? En los peores momentos de la pandemia, en muchos ayuntamientos, comunidades, ministerios, aparecieron personajes bien relacionados, buscavidas disfrazados de intermediarios de productos sanitarios. Aprovecharon la falta de controles para disparar los precios de materiales básicos con lo que garantizarse comisiones valoradas en millones de euros. De momento, los tribunales no han visto delito de estafa y admiten que, en situaciones como aquella, la ley del mercado justifica los sobreprecios. Con Alberto Pozas, periodista especializado en tribunales de elDiario.es, repasamos el caso de Luis Medina y Alberto Luceño, que acaban de ser absueltos de un delito de estafa por cobrar una comisión millonaria al Ayuntamiento de Madrid en la venta de material sanitario durante las primeras semanas de la pandemia.