Lázaro y Tutaina realizan una arriesgada apuesta futbolera, poniendo en juego las casas de los vecinos del Milagro. Lázaro junto a su equipo, Rogelio, María, Salomón y Camilo, se enfrentan al equipo de Burgos, conformado por los jugadores del equipo profesional del Milagro, Beatriz y el Tren Valencia.
Desde la carcel, Rogelio ofrece su servicio de confesión. Una de las primeras personas en llegar es María Marta quien le confiesa que está enamorada de un galán secreto del barrio. Jiménez escucha la conversación y se ilusiona pensando que se trata de él, pero su sonrisa se desdibuja al descubrir que algunas celdas están vacías: sus presos han escapado.
La llegada de Juan Hermosillo revoluciona el barrio El Milagro. Beatriz y sus camanduleras comienzan a dudar de la veracidad de la vocación de Rogelio quien decide irse del barrio. Pero su huida nuevamente se retrasa luego de que Jiménez acuda a él para pedirle que le enseñe a conquistar nada más y nada menos que a María Marta.
Rogelio y Juan Hermosillo se enfrentan en una jornada de elecciones para elegir al seminarista de la iglesia El Milagro. Burgos es jefe de campaña de Juan, llevando a cabo acciones corruptas como comprar votos con tamales. Finalmente, el barrio elige a su nuevo seminarista y, en medio de la celebración, Jiménez aprovecha para hacer una confesión que los deja atónitos.